En los barrios pobres de Latinoamérica, especialmente en Argentina, Paraguay, Perú y Colombia, hay una droga que se ha abierto camino rápidamente. Se la conoce popularmente como Paco y es pasta de cocaína. Se produce en laboratorios ilegales y se mezclan los restos desechados de la cocaína con otros productos químicos que en muchas ocasiones son tóxicos, de ahí su peligrosidad.
Tarda apenas 30 segundos en hacer efecto, se vende por apenas un dólar, y afecta sobre todo a la población más vulnerable y sin recursos, especialmente a niños desde edades tan tempranas como los 12 años. El fotógrafo Valerio Bispuri lo ha documentado en una serie de fotografías en las que sigue todo el proceso; desde las etapas iniciales de producción hasta los efectos finales sobre los usuarios.
Más información en la página de Valerio Bispuri.
Un niño duerme en un sillón en la calle a plena luz del día en Lomas de Zamora, un barrio pobre de Buenos Aires, Argentina, en el que Paco es muy consumido.
Dos niños, uno de ellos de solo 12 años, fuman Paco en el centro histórico de Salvador de Bahía, en Brasil. Su consumo es común entre los adolescentes.
Una de las personas que distribuyen Paco en Lomas de Zamora, en Buenos Aires, Argentina.
Ezequiel, de 17 años, prepara la droga, mientras que su madre dobla la ropa y su hermano pequeño abre la nevera en Lomas de Zamora, Buenos Aires. Ezequiel es un adicto.
Un grupo de traficantes de droga en Lomas de Zamora. La foto fue hecha desde un coche en movimiento.
Traficante en Lomas de Zamora, una de las zonas en las que Paco está más extendido.
Ezequiel, tras terminar de fumar Paco en su casa de Lomas de Zamora.
Inés, una prostituta adicta a Paco, espera su próximo cliente en Cartagena, Colombia. Inés es prostituta desde los 11 años y trabaja para mantener a su hija y conseguir droga. Otra prostituta cortó su brazo como venganza.
Tres muchachos sin hogar recién levantados tras una noche de drogas y dormir poco en Lima, Perú.
Funeral del hermano mayor de Ezequiel, víctima de Paco. Se suicidó arrojándose por un puente después de drogarse.