Los que tenemos más años que un bosque y ya peinamos alguna –o muchas– canas, recordamos con nostalgia las «chuches» que comprábamos cuando éramos unos críos en nuestro kiosko de toda la vida.
Los chicles Bang-Bang, los famosos Peta Zetas –y su leyenda urbana de no mezclarlos con la Coca-Cola– o las pipas Churruca, son testigos de gamberradas, noches de estudio, eternas tardes en la piscina con nuestros amigos o de amores de verano que nunca olvidaremos.
Para refrescar la memoria de los que ya somos unos «puretas» –aunque con espíritu joven–, os traemos doce guarrerías con las que te ponías «morado» en los veranos de los 80 y que te harán viajar en el tiempo. No te las pierdas.