Muchas son las alegrías que nos da la vida y, sin lugar a dudas, una de las más grandes y especiales de todas es la de ser tía. Y es que desde el momento en el que descubres que un sobrino está en camino, cuentas los días, las horas y los minutos que faltan para poder tenerlo en brazos…
Ser tía es hermoso, por muchas y variadas razones como estas, con las que seguro te identificas si tú también lo eres:
1. Nunca pensaste que una criaturita tan pequeña te podría hacer llorar de felicidad.
2. Empiezas a obsesionarte por buscar regalos para ellos.
3. Cuidarlos nunca te parece una obligación… ¡es un regalo!
4. Sientes que la conexión con tus hermanos se ha hecho más fuerte.
5. Definitivamente les echas de menos aunque solo haya pasado un día lejos de ellos.
6. Cuando aprenden a decir “tía” se te derrite el corazón de amor.
7. Y te descubres pensando en qué dulce les vas a llevar la próxima vez que vayas de visita.
8. Hay cosas en ellos que te recuerdan a tus hermanos, y eso es muy bonito.
9. Que se fíen de ti para hacer de niñera es un honor… en este caso.
10. Te da infinitos temas de conversación con tu hermano o hermana.
11. Buscas el apodo que mejor te quede para convertirte en la tía “genial“.
12. Te das cuenta de que tu móvil está lleno de fotos de tus sobrinos.
13. … Y se las enseñas a todo el mundo.
14. Sus llantos, olores o secreciones no te parecen tan desagradables como en otros bebés.
15. Te gustaría proteger siempre su inocencia… y que se queden en tamaño compacto para toda la vida.
¿Qué os parece a vosotros? Contádnoslo en los comentarios.
Por cierto, que unos padres dejaron un momento a su bebé con el perro… y cuando volvieron se encontraron con esto.