Belén Esteban no se calla y aparece públicamente con un impactante mensaje: «Esa persona me llamo p…»

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Duro mensaje de la televisiva.

Pocos personajes en la televisión española han generado tanto interés como Belén Esteban. Desde sus primeros pasos en el mundo del corazón hasta convertirse en un rostro omnipresente en los programas de tertulia, su figura ha sido sinónimo de polémica, espontaneidad y cercanía con el público. La madrileña, que comenzó siendo conocida por su relación con Jesulín de Ubrique, supo transformarse con el tiempo en una comunicadora directa y sin filtros.

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Su capacidad para conectar con la audiencia le permitió pasar de ser “la princesa del pueblo” a una de las voces más reconocibles de la televisión. Su discurso, muchas veces impulsivo, ha sido su mayor fortaleza y su mayor fuente de críticas. Pero si algo caracteriza a Belén Esteban es su coherencia emocional: dice lo que siente, sin medir demasiado las consecuencias.

A lo largo de los años ha demostrado que no teme enfrentarse a nadie, ni siquiera a personajes poderosos o polémicos. Y este viernes, una vez más, volvió a demostrarlo.

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El fallecimiento del abogado más controvertido.

La noticia del día llegaba con la muerte del abogado Emilio Rodríguez Menéndez, un personaje cuya vida estuvo trenzada con escándalos judiciales y mediáticos. Su nombre se asoció a casos tan sonados como el de Nieves Soldevilla, la “Dulce Neus”, o sus frecuentes enfrentamientos con colaboradores de televisión. Su figura generó siempre tanto rechazo como fascinación, un perfil que navegaba entre lo legal y lo sensacionalista.

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En el programa No somos nadie, los colaboradores repasaron su trayectoria y no tardaron en surgir las reacciones más contundentes. Belén Esteban fue la primera en tomar la palabra, recordando que el abogado la había insultado públicamente en una entrevista, llamándola “puta con las cuatro letras”. Su rostro mostraba más indignación que tristeza.

«Que Dios lo tenga donde lo tenga que tener», añadió la tertuliana, dejando claro que no guardaba precisamente cariño por el fallecido. Y con su habitual mezcla de humor y desparpajo, recordó también a su amiga y compañera: «Como se lo encuentre donde sea, le habrá dado dos hostias que le habrá tirado para atrás».

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Palabras sin filtro.

El exrepresentante y colaborador Kiko Matamoros también se pronunció con dureza. Recordó sus propios desencuentros con Rodríguez Menéndez y no dudó en describirle con términos demoledores: «Para mí es uno de los seres más repugnantes con los que me he tomado en la vida», confesó, señalando que lo conoció “antes de que fuera un abogado mediático”.

Su testimonio fue más allá del ámbito personal, al acusarle de aprovecharse de personas vulnerables. Según Matamoros, el abogado «abusaba de los presos en situación de desesperación, les prometía que tenía contactos en los juzgados con los magistrados, con quien fuera, y que les iba a conseguir bien la libertad provisional, bien una reducción de la condena, les pedía a cambio dinero para los bonos que nunca se realizaban y se los quedaba él».

La conversación se tornó aún más cruda cuando el colaborador recordó uno de los ataques que sufrió por parte del fallecido. «De mí llegó a decir en ‘Crónicas Marcianas’ que yo era el hombre del cartel de Medellín y de España».

Despedidas con veneno.

Lejos de suavizar sus palabras, Matamoros cerró su intervención con una frase tan brutal como gráfica: «Qué pena que no hubiera sido el jefe del cartel de Medellín en España porque al día siguiente hubiera evitado el mal de las personas a las que se lo causaste. Que Dios te tenga donde te tiene que tener, que es pudriéndote en el cubo de la basura más infecto que pueda haber en la tierra». El silencio posterior en el plató fue revelador.

El debate sobre los límites de la sinceridad televisiva volvió a instalarse en las redes sociales. Muchos espectadores aplaudieron la valentía con la que ambos colaboradores hablaron sin hipocresía. Otros, en cambio, cuestionaron si la muerte de alguien —por muy polémico que haya sido— es el momento adecuado para ajustar cuentas.

En cualquier caso, el episodio deja claro que Belén Esteban sigue fiel a su estilo: directo, emocional y sin cálculo. Y si algo ha demostrado con el paso de los años, es que su voz no tiembla ni siquiera ante los temas más espinosos. Muchos han criticado su dureza en este caso, mientras otros la defienden, recordando que en el fondo Belén siempre ha dicho lo que gran parte del público piensa, pero pocos se atreven a decir.