Cambios en la vida de Alejandra Rubio.
Hace aproximadamente un mes, la capital española se despertó con el eco de un rumor que había estado circulando en los círculos más íntimos del espectáculo: Alejandra Rubio y Carlo Costanzia, capturados en un tierno abrazo por las cámaras de la revista ‘Semana’, habían confirmado finalmente su romance.
La noticia se convirtió en el tema de conversación en cada rincón de Madrid. La pareja, que inicialmente se mantuvo en silencio sobre su relación, no pudo resistir la presión de los medios y admitió en el programa ‘Así es la vida’ que estaban explorando la posibilidad de un futuro juntos, y que, contra todo pronóstico, se encontraban en un momento de felicidad plena. Rubio, con la valentía que la caracteriza, defendió su relación ante las cámaras, desafiando las críticas y los comentarios de su excompañero, Jeimy Báez.
La historia de amor entre Rubio y Costanzia se ha convertido en una narrativa fascinante para los seguidores y los medios de comunicación. Desde aquel revelador artículo en ‘Semana’, la pareja ha sido el blanco de los paparazzis, quienes los han seguido incansablemente, documentando cada paso que dan juntos. Su romance, lejos de ser una llama pasajera, parece consolidarse con cada día que pasa, y recientemente se les vio disfrutando de unos días de descanso en la residencia de Terelu Campos en Málaga, lo que indica que la conocida presentadora de televisión ha dado su bendición a esta unión.
“¿Que me busquéis en la basura?”
Sin embargo, en medio de este idilio, surgió una incógnita que ha capturado la atención de todos: ¿Está Alejandra Rubio esperando un hijo? El portal ‘Informalia’ ha confirmado que Rubio fue vista en una farmacia, y no precisamente para adquirir medicamentos para su madre, quien recientemente superó una neumonía.
Según se informa, la joven estaba en busca de un test de embarazo, y no cualquier test, sino el más confiable y rápido disponible en el mercado, uno que pudiera confirmar o descartar la posibilidad de un embarazo de manera inmediata. Con el producto en mano, oculto en una discreta bolsa de papel oscuro, Rubio abandonó la farmacia, dejando tras de sí un rastro de especulaciones y murmullos.
Amenaza con tomar medidas legales.
Pero la trama da un giro inesperado cuando otras fuentes cercanas a la familia desmienten categóricamente los rumores de embarazo. La propia Rubio, visiblemente afectada por las habladurías, enfrentó a los reporteros con una mezcla de incredulidad y frustración. “¿De qué me están hablando? ¿Esto es en serio?”, exclamó, desafiando la legalidad de publicar afirmaciones sin fundamento.
“Estoy en shock”, continuó, “acabo de estar con mi madre y ahora me encuentro con esto. No sé cómo reaccionar”. Con estas palabras, Rubio dejó claro que los rumores eran infundados, y que su vida personal estaba siendo objeto de especulaciones sin su consentimiento.