Años después, Ana Julia confiesa la razón por la que según ella mató a Gabriel: «Me…»

Anuncios

Un suceso que sobrecogió a toda España.

Hay sucesos que estremecen a un país entero. Momentos en los que la realidad parece sobrepasar cualquier límite de comprensión, y en los que una historia se convierte en símbolo del horror colectivo. La desaparición y posterior hallazgo sin vida del pequeño Gabriel Cruz, en 2018, fue uno de esos episodios que dejó sin aliento a toda España.

Anuncios

Años después, el caso sigue generando una profunda conmoción. La figura de Ana Julia Quezada, condenada en 2019 a prisión permanente revisable, continúa apareciendo en los medios por diversos motivos que despiertan un sentimiento unánime de indignación. La sociedad no ha olvidado, y cualquier noticia relacionada con ella reabre una herida que nunca terminó de cerrarse.

En los últimos meses, nuevos datos sobre su vida en prisión han salido a la luz, aportando una mirada inquietante sobre su comportamiento y las circunstancias que la rodean. Se ha hablado de privilegios, conflictos y actitudes que, lejos de inspirar arrepentimiento, parecen dibujar un retrato aún más inquietante de su personalidad.

Anuncios

La otra cara del encierro.

Recientemente, un programa de televisión ha difundido el testimonio de quien fue su primera compañera de celda. Ana Pastor, que convivió con ella durante cinco meses, ha descrito con detalle cómo era compartir el día a día con una persona que había conmocionado a todo el país. “Cuando entró tuvo que entrar escoltada porque todas querían tirarse encima de ella”, relataba la exreclusa, dejando claro el clima que se vivía entre las internas cuando Ana Julia llegó al centro penitenciario.

Sobre su carácter, Ana Pastor no duda en señalar que se trata de “una persona fría y calculadora”. En su relato, no hay rastro de emoción ni compasión. Su descripción coincide con la percepción general que ha rodeado a Ana Julia desde el principio del proceso judicial: la de alguien capaz de mantener una fachada serena incluso en los momentos más oscuros.

Anuncios

Además, la excompañera ofreció detalles sobre la rutina que mantenía en prisión. Aseguró que “vivía como una reina”. Según su testimonio, “vivía mejor que yo. Tenía su dinero, su peculio, su tabaco, su cerveza, iba al gimnasio, se peinaba, se pintaba…”. Una imagen difícil de asimilar para quienes recuerdan el dolor que su acto causó.

Un pasado envuelto en sombras.

Durante la entrevista, Ana Pastor también habló de las conversaciones que mantuvo con ella sobre su vida antes de ingresar en prisión. Mencionó un episodio trágico ocurrido años atrás, cuando la hija de Ana Julia murió tras caer desde un cuarto piso. “Me dijo que ella tenía una niña que murió por un accidente”, explicó la exreclusa, recordando la frialdad con la que relataba aquel suceso.

Anuncios

El testimonio continuó con una revelación aún más perturbadora. Ana Pastor aseguró que la propia Ana Julia le confesó cuáles eran sus planes antes del crimen. “Se había comprado una casa en la República Dominicana y se quería ir con el padre, pero el niño estorbaba y por algún lado tenía que hacer algo”. Estas palabras, dichas con aparente indiferencia, helaron el plató y al público que escuchaba incrédulo.

Justicia y memoria.

La indignación creció de nuevo hace apenas unos días, cuando se supo que la Audiencia de Almería había ordenado embargar todos los ingresos que Ana Julia recibe en prisión. El objetivo es cubrir la indemnización de 500.000 euros impuesta a favor de los padres de Gabriel, Patricia Ramírez y Ángel Cruz. Hasta la fecha, solo ha entregado una cantidad mínima: 467 euros en total.

Anuncios

Ana Pastor quiso cerrar su intervención enviando un mensaje de apoyo: “Doy recuerdos a Almería y le doy muchos besos a Patricia y al padre”. Sus palabras reflejan un sentimiento compartido por millones de personas que siguen conmovidas por la tragedia.

A día de hoy, todo lo que rodea a Ana Julia Quezada provoca repulsa y enojo. Su nombre continúa asociado al dolor más profundo y al desconcierto de una sociedad que no logra entender cómo alguien fue capaz de causar tanto daño. Cada noticia sobre ella reaviva una misma emoción colectiva: la de un país que no olvida y que sigue pidiendo justicia.

Anuncios