Reconocedlo, vosotros también lo habéis hecho en alguna ocasión: el pecado del postureo. Todos nos hemos dejado seducir en alguna ocasión, o al menos hemos tenido la tentación, de caer en el aplauso fácil o la sonrisa cómplice de nuestros seguidores en Facebook, Twitter o —la red favorita para el postureo— Instagram.
Y es que si en otros tiempos, hacía falta ser un auténtico triunfador para obtener la aclamación popular, hoy en día basta un perfil en una red social, unos cuantos selfies, una dosis de “sonrisas Profidén” y mucho tiempo libre para presentar una vida de triunfador. Pero es importante un mínimo de preparación: si no cuidas lo que aparece en el fondo de tus selfies, te puede pasar como a esta chica.
Juzgad vosotros mismos:
Going to dinner because I needed an excuse to wear this pic.twitter.com/UpeVG8y5SJ
— alyssa
️
(@og_pocahontas) 23 de diciembre de 2016
“Me voy de cena porque necesito una excusa para ponerme esto.”
@_britanicals @janettesquivel pic.twitter.com/QeHVVKYXTQ
— Tanya MeanAss. (@_BaDunCHING_) 6 de enero de 2017
¿Cómo os quedáis? Contádnoslo en los comentarios.
Y es que se pilla antes a alguien que va de postureo que a un cojo: atención al chico que quiso fingir que estaba “atrapado en el tráfico“.