Una vez más, David vence a Goliath.
Un vecino de Sotillo de la Ribera, José Antonio Santamaría, le ha ganado el pulso a Iberdrola. José Antonio instaló en su vivienda unifamiliar 16 placas solares pese a la oposición de la multinacional eléctrica.
Todo empezó cuando Iberdrola le comunicó que que no podía conectarse en la línea existente porque esta carecía de potencia: «Iberdrola me obligaba a enganchar una línea de alta tensión porque alegaba que no podía conectarme a la existente ya que en la línea de esta zona del pueblo hay poca potencia. Decían que si se sumaba una vivienda más se fastidiaba todo».
La otra opción era incluso peor: arreglar los 92 suministros existentes. «El coste era de 30.000 euros, cuando darse de alta no debería llegar ni a los 1.000. La compañía ya tiene problemas con la red y ellos deberían haberlos solventado. Sin embargo, como llegué yo, querían que corriese con todos los gastos».
Durante dos años se tuvo que alquilar un piso en la vecina Arganda, y desplazarse a diario para trabajar en Sotillo, donde trabaja como agricultor.
Al final, y viendo que Iberdrola no solucionaba sus problemas y le remitía al arreglo de los 92 suministros si quería vivir en su pueblo, se decidió por instalar 16 placas solares.