Álex García se sincera sobre el duelo.
La noticia de la partida de figuras queridas y admiradas sacude siempre con fuerza a la sociedad. Son momentos que paralizan y generan un silencio colectivo, donde lo único que se impone es la incredulidad. Ocurrió hace apenas unas semanas, y aún resuena la conmoción en el mundo cultural español.
El pasado 25 de agosto se confirmó la muerte de la actriz Verónica Echegui, a los 42 años, tras permanecer ingresada en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. La intérprete, recordada por protagonizar Yo soy la Juani, no pudo superar una enfermedad que llevaba tiempo deteriorando su salud. La noticia fue ratificada por fuentes cercanas a la familia, dejando al descubierto un desenlace que muchos temían, pero que pocos se atrevían a imaginar.
Su entorno más próximo llevaba tiempo conviviendo con la gravedad de la situación, aunque el público lo desconocía por completo. Amigos, familiares y colegas de profesión se vieron golpeados por un dolor compartido, difícil de asimilar. Entre quienes sabían del trance estaba Álex García, pareja de Echegui durante más de una década.
Un adiós convertido en ola de amor.
El intérprete canario recurrió a las páginas de El País para expresar su despedida, y lo hizo con un texto cargado de poesía y desgarro. En él recordaba la capacidad de Verónica para habitar múltiples raíces y culturas, como si todas le pertenecieran. Sus palabras, escritas desde la herida, evocaban tanto lágrimas como celebraciones, construyendo una despedida que hablaba de libertad y de vuelo.
Lejos de agotarse en aquel homenaje inicial, García ha seguido compartiendo su experiencia del duelo. Casi un mes después del fallecimiento, aceptó participar en la nueva temporada del pódcast En clave de Rhodes, presentado por James Rhodes en la Cadena Ser. El encuentro, grabado en el Auditorio de Tenerife Adán Martín, lugar natal del actor, se convirtió en un espacio íntimo de memoria y reflexión.
El duelo como aprendizaje.
En la conversación con Rhodes, de la que ya se han adelantado fragmentos, García explicó que su proceso atraviesa una etapa de aceptación. Habló de cómo la pérdida ha concentrado en él un sentimiento único: el amor. Un amor que, según confesó, lo mantiene consciente de su presente y de la necesidad de cuidar a quienes lo rodean.
El actor también reconoció que escucha más que nunca sus propias emociones, sin disfrazarlas ni intentar huir de ellas. “Me estoy escuchando a mí mismo”, dijo en un momento de la charla, dejando entrever la honestidad con la que enfrenta el dolor. Así, mientras la ausencia de Verónica se hace palpable en el cine y el teatro, su recuerdo continúa inspirando a quienes compartieron vida y trabajo con ella.