Adoramos a los perros… pero lo mejor de todo es que ellos nos adoran a nosotros… ¡incluso más todavía! Por ese motivo son nuestros compañeros más leales, hasta el punto de que en ocasiones parecen entendernos a la perfección. Pero, claro, seguramente en la cabeza de los perros todo es muy diferente…
Los dibujos que vais a ver a continuación, obra del ilustrador Robert Brown, son una muestra de cómo en algunas de la situaciones más cotidianas podríamos estar pensando cosas muy diferentes que nuestros compañeros peludos. Y nos ayudarán a entender que, en ocasiones, les pedimos cosas que les deben parecer de lo más extrañas.
¡Aquí las tenéis!
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