Nuestro protagonista ha tenido una vida pintoresca. Fue estudiante de derecho, aunque nunca llegó a ejercer. En vez de eso, trabajó en el mundo del cine y la publicidad durante casi toda su vida. En 2015 le pareció divertido dejarse crecer la barba, y aunque a él le parecía que tenía un aspecto desastroso, a la gente le gustó… tanto, que medio en serio medio en broma se propuso intentar ser modelo.
Mejoró su vestuario y empezó a compartir imágenes de su nuevo estilo en sus redes sociales. Parece una táctica que emplearía un joven millennial, pero él tenía casi 60 años cuando empezó a hacerlo.
¿El resultado? Lo está petando y ahora, para él, parece que el cielo es el límite. Incluso currar para Chanel o Dior ya no parece un sueño tan imposible.
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