First Dates: Enrique y Celia, una cita sin química ni cultura
El programa más romántico de la televisión, First Dates, nos ofreció anoche una nueva entrega con varias citas entre solteros que buscaban el amor. Sin embargo, no siempre el amor surge a primera vista, y a veces el equipo del programa se equivoca al emparejar a los comensales. Esto fue lo que les pasó a Enrique y Celia, dos solteros que no tenían nada en común y que acabaron rechazándose mutuamente.
Enrique, de 69 años, se presentó como un hombre «todoterreno» que había hecho de todo en su vida, desde artes marciales hasta escritura. Aunque admitió que no era atractivo ni guapo, dijo que le gustaba ir arreglado. Celia, de 62 años, se definió como una mujer luchadora que había sacado adelante a sus cinco hijos. «Y no me arrepiento de nada», afirmó. La primera impresión entre ellos fue muy diferente. Enrique se fijó en los ojos preciosos de Celia, pero ella se decepcionó al verlo.
First Dates: Enrique y Celia, una cita sin conexión ni comprensión
La cita comenzó con una conversación sobre sus anteriores matrimonios. Enrique contó que su mujer había muerto de Alzheimer hace dos años, y que desde entonces había estado deprimido. Celia le dijo que había tenido dos grandes relaciones y que ahora estaba lista para empezar una nueva etapa. «Si tú no tienes el corazón curado, no puedes abrirte a nadie», le aconsejó.
Luego hablaron de sus aficiones y gustos. Enrique reveló que le apasionaban las artes marciales y la literatura clásica y rusa. Dijo que había leído cerca de mil libros. Celia, en cambio, se dedicaba a la hostelería y no mostró mucho interés por la cultura. Enrique pensó que ella no podía satisfacerlo intelectualmente.
First Dates: Enrique y Celia, una cita sin final feliz ni respeto
Al final de la cita, los solteros se dieron cuenta de que no había química ni conexión entre ellos, y que lo mejor era quedarse como amigos. Sin embargo, la decisión final estuvo marcada por un pequeño enfrentamiento lleno de reproches. Enrique le echó en cara a Celia su actitud durante la velada, y ella le respondió que él era «poca cosa para ella». «Es buena persona, pero yo me veo demasiado potente para él», sentenció.
Otra cita que tampoco tuvo éxito fue la de Rubén y Estefanía. Rubén, un riojano de 28 años, se consideraba una persona segura de sí misma y atractiva. Le gustaba depilarse y que sus parejas también lo hicieran. Estefanía, una colombiana de 25 años, se quedó impresionada al verlo. «Hostias, si mide dos metros, ¡wow! Es un pibón», exclamó. Sin embargo, Rubén la encontró demasiado bajita para él.
Durante la cena, Estefanía le confesó a Rubén que le gustaba comer mucho y tener siempre algo en la boca. Rubén dijo que él también comía de todo, pero que prefería las chicas que hacían deporte sin obsesionarse. También hablaron del tema de la fidelidad, y Estefanía le contó que había sido infiel en el pasado. Rubén no lo entendió y le dijo que él era muy fiel. Al final, los dos se rechazaron y se despidieron sin beso.