La sinceridad es una virtud, pero no a cualquier precio. Hay gente que se pasa de sincera, dando su opinión sin haberla pedido antes o sin darse cuenta de que ese comentario, aunque sea verdad, va a hacer más daño que diciendo lo mismo pero con más tacto.
También existen las personas que saben adornar la verdad de tal manera que jamás molestan. De todo hay en la viña del señor, y aquí te mostramos 29 casos de ambos ejemplos.
Un buen corazón, pero una ortografía regular.

Estimado vecino fumador:

Una advertencia muy sincera.

Del Corte Inglés a tu casa.

Un mensaje inolvidable.

La peor estrategia para vender una casa.

“Lo siento. Paco”

“Todos progresan menos tú”

¿Políticos de vacaciones?

Me lo quitan de las manos…

La camiseta que dice la verdad.

Después de este mensaje bajó la delincuencia un 100%

Aparco donde me da la gana.

En toda ciudad tenemos este cruce

Antes sí, ahora no.

Si hueles mal abre la ventana.

El que avisa no es traidor.

Más amigos de lo ajeno.

Quitan el hambre, qué más quieres.

Puede que sí o puede que no.

Esta es buena publicidad

Niños gordos sueltos.

Se está divorciando

No sobra ningún niño.

Este es el más sincero

El mendigo más sincero del mundo.

Triste… pero cierto

Muchas gracias.

Uno de los mejores “vuelvo en cinco minutos” de la historia.
