Pero en esta ocasión os vamos a contar una historia muy diferente. Se trata de el incómodo momento en el que la gente se da cuenta de que ha vivido engañada porque, por culpa de un diseño ambiguo, pensaban que su marca favorita se llamaba de una manera que no era correcta. Ocurrió en esta ocasión con “Punto Roma“, un caso que inspiró a muchos tuiteros a confesar confusiones parecidas…
Juzgad vosotros mismos.
¿Qué os parece a vosotros? Contádnoslo en los comentarios.