El pasado martes 14 de noviembre, el juicio por la supuesta violación grupal a una joven durante los Sanfermines de 2016 contó con el testimonio de la denunciante, que en el momento del suceso apenas tenía 18 años. Se considera que su testimonio, además de los nada más y nada menos que siete vídeos grabados por los acusados con sus teléfonos móviles, son en estos momentos las principales claves del proceso. La declaración de la joven por lo visto se alargó durante cuatro horas, con varias interrupciones para deliberaciones del tribunal.
Sin embargo, un detalle se ha encontrado entre lo más polémico de la jornada: y es que la Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha tomado en consideración un informe de unos detectives privados contratados por una de las defensas, que por lo visto se dedicaron a seguir a la joven durante las semanas posteriores al suceso. Aunque el expediente ya había sido incorporado a la causa, ahora se ha añadido una publicación de «carácter festivo» que la víctima compartió en redes sociales y sobre la que la chica habría sido repetidamente interrogada. Su respuesta fue coherente: tiene fotos de viajes o de fiesta porque es una chica veinteañera que quiere rehacer su vida, explicó.
En las redes sociales se ha liado parda no, lo siguiente, al saber esto. Entre las reacciones más comentadas, han estado la de la actriz y directora Leticia Dolera, o la de un tuitero que ha desmontado la supuesta «vida normal» de la chica. También ha sido muy aplaudido el gesto de un equipo de barrio de Madrid en apoyo a la víctima.
Por otro lado, se ha criticado mucho el vídeo que ha compartido Torbe, en el que defiende a «La Manada« y ofrece una estrambótica explicación sobre lo que pudo ocurrir. Y también han estado en el punto de mira unas antiguas declaraciones de la psicóloga de Sálvame que hace unos meses ya presagiaba el tratamiento que le iban a dar los medios al juicio.
Ahora ha sido la escritora Rosa Montero quien se está haciendo escuchar con una indignada reflexión que ha publicado en Twitter, y que no ha tardado en volverse viral. Como en otros casos, su rajada gira en torno a la decisión del juez de admitir a trámite ese infame informe sobre la víctima.
Montero ha pedido en su publicación «verdadera justicia«, «exigir que la víctima de esa barbaridad sufra después ostentosa y públicamente y se flagele, es otra manera de culpabilizarla«.
Por otro lado, Montero, después de ver que muchos machistas consideran «putas» a las víctimas, ha querido recordar a las prostituta:
«Que quede claro que a las putas también las pueden violar. Cuando una prostituta dice no TIENE TODO EL DERECHO A SER RESPETADA.»
Hagamos viral nuestro apoyo a la víctima de la Manada. Qué vergüenza que se esté juzgando el comportamiento de la víctima y no los hechos: la bestial violación grupal, el escarnio en las redes, que le robaran el movil para que no pudiera denunciar. Exigimos verdadera justicia.
— Rosa Montero (@BrunaHusky) 20 de noviembre de 2017
Exigir que la víctima de esa barbaridad sufra después ostentosa y públicamente y se flagele, es otra manera de culpabilizarla, no tan lejos de los «crímenes de honor» de los integristas, en los que la familia mata a la violada porque está deshonrada.
— Rosa Montero (@BrunaHusky) 20 de noviembre de 2017
Y algo más: con el juicio de la Manada hemos hablado de que los machistas consideran putas a las víctimas.Pues bien, aprovechando la ocasión me gustaría que quede claro que a las putas también las pueden violar. Cuando una prostituta dice no TIENE TODO EL DERECHO A SER RESPETADA
— Rosa Montero (@BrunaHusky) 20 de noviembre de 2017
Su reflexión ha generado un interesante debate en las redes sociales, en el que la propia escritora ha participado:
Aunque es muy doloroso el caso. Hay que ser prudentes. La justicia trabaja en ello. No es sensato condenar antes de que haya una sentencia. Es mi opinión, ¡eh!…
— Poetweets (@juanfrancmadrid) 20 de noviembre de 2017
Querido @juanfrancmadrid, lo que dices tiene todo el sentido del mundo en una justicia ideal. Pero detrás de la admisión o no de pruebas hay una ideología. No han admitido los whatsapp de la manada y sí el detective que siguió a la victima. Eso sinceramente me parece grave
— Rosa Montero (@BrunaHusky) 20 de noviembre de 2017
Admisión no tiene que ver con valoración de la prueba. Se admiten pruebas de la defensa y no de la acusación para evitar que se alegue vulneración del derecho a la defensa en una posible apelación. Es una decisión procesal, no de género.
— Sol (@esedoblece) 20 de noviembre de 2017
Me parece interesante lo que apuntas
— Rosa Montero (@BrunaHusky) 20 de noviembre de 2017
«Interesante», no. Es clave. No admitir 1 prueba abre puertas a un recurso por indefensión. Admitirla no significa asumir sus tesis. ¿Es mucho pedir esperar a la sentencia? De momento la Justicia ha sido exquisita con la víctima. Y ellos están presos desde el minuto 1.
— Óscar Cuevas (@CuevasMoral) 20 de noviembre de 2017
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