Tensión en directo en Antena 3.
Pablo Motos es uno de los presentadores más reconocibles de la televisión española, al frente de ‘El Hormiguero’ desde hace casi dos décadas en Antena 3. Con su acento valenciano y un tono cercano, ha construido un formato en el que se mezclan entrevistas a grandes estrellas, humor blanco y momentos de caos controlado. Su figura, para bien o para mal, se ha convertido en sinónimo de show nocturno en abierto y de grandes audiencias en el access prime time.

En el programa que dirige y produce se han sentado actores de Hollywood, deportistas de élite, políticos y celebridades de todo tipo. Motos ejerce de maestro de ceremonias entre experimentos, retos imposibles y las intervenciones de las hormigas Trancas y Barrancas, convertidas en iconos del programa. Esa mezcla de entrevistas distendidas y espectáculo familiar ha permitido que el formato se mantenga como uno de los más vistos de la cadena.
Sin embargo, esa exposición constante en directo también ha hecho de Pablo Motos un presentador que vive en equilibrio permanente entre el acierto y el desliz. Sus bromas, comentarios y ocurrencias han sido motivo de aplausos, pero también de críticas en más de una ocasión. Y cada pequeño fallo, en un plató donde nada se edita y todo se emite, se amplifica de inmediato en redes sociales.
Lapsus televisivo.
El arranque de la semana en Antena 3 venía marcado por la vuelta a la rutina televisiva tras el paréntesis del fin de semana y por una visita muy especial a ‘El Hormiguero’. El programa anunciaba la presencia de Álex Márquez, subcampeón del mundo de MotoGP, dispuesto a pasar por el filtro de humor del espacio. No era la primera vez que un Márquez pisaba ese plató: su hermano Marc, campeón del mundo, había estado apenas unas semanas antes con Pablo Motos. Esa coincidencia reciente, y las numerosas ocasiones en las que el presentador ha entrevistado al mayor de los hermanos, serían el caldo de cultivo perfecto para el error que llegaría a continuación.

Como es habitual los lunes, Motos comenzó recordando a la audiencia qué invitados pasarían por el programa a lo largo de la semana. Mientras hablaba, en la gran pantalla que tiene a sus espaldas se veía la fotografía y el rótulo de Álex Márquez, el pequeño de la saga. Sin embargo, al presentar la noche, el presentador anunció con absoluta naturalidad: “En un instante estará aquí Marc Márquez”. La frase quedó flotando en el aire mientras él seguía enumerando nombres, pero el público más atento ya había detectado la incongruencia.
Lejos de pasar inadvertido, el desliz llegó enseguida al propio Motos y a su equipo, que seguía el directo desde el control. El presentador decidió frenar el ritmo del programa y colocarse en el centro del plató para asumir la metedura de pata. “La he cagado. He dicho Marc Márquez y es Álex Márquez. Es que he entrevistado tantas veces a Marc…”, reconoció, visiblemente incómodo, antes de añadir después entre lamentos: “Anímame, me he deprimido. Perdón, son tantas veces…”. Desde la dirección, Jorge Salvador le replicó que “es un poco feo” lo que acababa de ocurrir, subrayando la incomodidad del momento en pleno directo.
Hermanos y rivales.
Tras esa especie de confesión pública, el programa retomó su escaleta con cierta tensión en el ambiente, pendiente de la reacción del invitado. El gran momento llegaba cuando se abrían las puertas del plató y el piloto catalán aparecía entre aplausos del público. Nada más verlo entrar, Pablo Motos se adelantó con una frase que dejaba claro que todavía arrastraba el fallo: “No tengo excusa”. El rostro de Álex Márquez combinaba un gesto serio con una sonrisa contenida, y la incógnita sobre cómo encajaría la confusión duró solo unos segundos.

“He estado a punto de no entrar”, soltó Álex, lanzando el primer dardo con humor y marcando el tono de la charla que venía. Motos intentó justificarse apelando a la cercanía entre ambos deportistas: “Te entiendo. Tú y tu hermano estáis tan pegados…”. Lejos de dejarle escapar, el piloto le frenó con otra frase que arrancó las risas del plató: “No busques excusas”. Después de ese intercambio, el pequeño de los Márquez rompió a reír y terminó abrazando al presentador, dejando claro que, al menos entre ellos, el tema se daba por zanjado.
Ya sentados en la mesa de entrevistas, el conductor del programa quiso ir un paso más allá y preguntar directamente cómo había vivido el invitado la confusión. “¿Cómo te ha sonado a ti?”, planteó Motos, buscando una respuesta sincera. “Me ha dolido”, contestó en un primer momento Álex, manteniendo unos segundos de silencio que tensaron el ambiente antes de volver a la carcajada. El presentador aprovechó para reconducir la conversación hacia el deporte con un elogio público: “Enhorabuena por la temporada”, y dio comienzo a una charla en la que el motociclismo pasó al primer plano.

La entrevista permitió recordar que esta temporada ha sido histórica: por primera vez, dos hermanos han ocupado las dos primeras posiciones del Mundial de MotoGP. Marc se ha llevado la corona de campeón, mientras que Álex ha cerrado el año como subcampeón, firmando un doblete familiar inédito. En la conversación con Motos, el pequeño de los Márquez aseguró que su objetivo es dar el siguiente paso y proclamarse campeón en el futuro, convencido de que conocer tan bien a su hermano le da ventaja. Al mismo tiempo, reconoció los numerosos puntos fuertes del mayor, al que admira tanto dentro como fuera de la pista.
Lejos de alimentar rivalidades artificiales, la relación entre ambos pilotos se presentó como la de dos hermanos que compiten con intensidad, pero sin perder de vista el vínculo personal. En el programa se recordó el pacto que sellaron para poder luchar en la pista sin que eso afectara a su vida familiar, algo que el propio Marc ya había contado antes. Tan estrecha es esa confianza que Álex desveló que conoce el número secreto del teléfono móvil de su hermano y también el del banco, una muestra de hasta qué punto comparten todo. En ningún momento el catalán dio a entender que se hubiera sentido realmente ofendido por el lapsus del presentador al mencionar primero el nombre de Marc.
Donde sí se abrió la polémica fue fuera del plató, en la conversación paralela que se generó entre los espectadores. En redes sociales y foros, algunos usuarios restaron importancia al error de Motos, considerándolo una confusión comprensible dada la trayectoria de Marc en el programa y la fama global del mayor de los Márquez. Otros, sin embargo, vieron en ese lapsus una falta de respeto hacia Álex en la misma noche en la que se celebraba su extraordinaria temporada. Al final, más que el abrazo en el plató o las risas compartidas, han sido las palabras del presentador y la forma en que gestionó el momento las que han dividido a los espectadores.