El rey de Nueva York.
Carlos Alcaraz ha vuelto a hacer historia en el tenis mundial. Con tan solo 22 años, el murciano se ha coronado campeón del US Open tras imponerse con autoridad a Jannik Sinner en una final que será recordada durante mucho tiempo. Su victoria no solo confirma su dominio actual en el circuito, sino que también devuelve a España al lugar más alto del panorama internacional del tenis, consolidando una nueva era que promete grandes emociones.
Pero este triunfo no se ha limitado a lo deportivo. La final celebrada en Nueva York ha estado marcada por un ambiente atípico desde el inicio, con retrasos inesperados y momentos que rompieron por completo el protocolo habitual de un Grand Slam. El motivo: la presencia del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, cuya llegada alteró los horarios y regaló a la audiencia varias escenas insólitas que rápidamente se convirtieron en material viral en redes sociales.
Entre las anécdotas más comentadas, destaca la reacción del mandatario cuando Alcaraz se proclamó campeón. Las cámaras captaron cada instante y las imágenes no tardaron en recorrer el mundo. El duelo entre el murciano y Sinner, que ya empieza a compararse con la histórica rivalidad Nadal-Federer, adquirió así un matiz inesperado que trascendió el deporte para instalarse también en la conversación política y mediática.
La nueva gran rivalidad.
El enfrentamiento entre Alcaraz y Sinner está empezando a escribir uno de los capítulos más apasionantes en la historia reciente del tenis. Con tres finales consecutivas de Grand Slam entre ambos —Roland Garros, Wimbledon y, ahora, el US Open—, el marcador se inclina 2-1 a favor del español, que ha logrado imponerse en París y Nueva York. Cada encuentro entre ellos eleva el nivel del juego y deja la sensación de que estamos presenciando el inicio de una rivalidad que marcará una generación.
Durante la transmisión, uno de los momentos más comentados se produjo cuando las cámaras enfocaron a Donald Trump justo en el instante en que Alcaraz cerraba el partido. Su gesto, aparentemente incómodo, se viralizó de inmediato y dio pie a miles de comentarios en X, la red social que se ha convertido en el epicentro de las reacciones en tiempo real. La política, el deporte y el espectáculo se cruzaron en una escena que pocos esperaban ver.
Trump’s reaction to Alcaraz is hilarious#USOpen pic.twitter.com/y2VPYpfDmH
— ajmail (@youvegotajmail) September 7, 2025
Más allá de lo anecdótico, la final del US Open dejó claro que la relación deportiva entre Alcaraz y Sinner es ya uno de los grandes atractivos del tenis actual. Ambos se respetan profundamente y, aunque luchan cada punto como si fuera el último, proyectan la sensación de estar construyendo juntos un legado que solo se da en contadas ocasiones. El público, consciente de ello, celebró cada intercambio con una intensidad que convirtió la Arthur Ashe en un hervidero.
Un campeón con los pies en la tierra.
Después de su victoria, Carlos Alcaraz se tomó un momento para reconocer la labor de su rival y mostrar la cercanía que lo caracteriza. Entre risas, bromeó con Sinner al destacar que lo ve más que a su propia familia: «Quiero empezar con Jannik. Es increíble lo que has hecho esta temporada, gran nivel en cada torneo que juegas, te veo más que a mi familia». Su comentario arrancó aplausos y sonrisas, un reflejo del respeto mutuo que ambos jugadores comparten.
El murciano continuó con palabras sinceras hacia el italiano, mostrando admiración por su talento y esfuerzo: «Es fantástico compartir la pista contigo, verte mejorar cada día, trabajar duro, con tu equipo, solo felicitarte por lo que estás haciendo». Un gesto que refuerza la imagen de Alcaraz como un deportista que, más allá de los títulos, valora la excelencia y la dedicación de quienes lo rodean.
Por supuesto, el número uno del mundo tampoco olvidó a los suyos. En su discurso, reservó unas palabras llenas de gratitud: «A mi equipo, mi familia, tengo suerte por teneros. Por el trabajo duro que hacen para hacerme mejor no solo a nivel profesional sino personal, muchas gracias. Cada logro que tengo es gracias a ustedes. Esto es suyo también». Con estas declaraciones, dejó claro que su éxito es el resultado de un esfuerzo colectivo y que su ambición por seguir creciendo va acompañada de un profundo sentido de pertenencia.