Todos conocemos a algún trollazo, esa gente que se pasa el tiempo dejando comentarios desagradables en las imágenes de Instagram de gente a la que ni siquiera conoce, o pendiente de lo que publican en Twitter las celebridades para hacer la gracia con algún comentario ofensivo. Este tipo de gente se encuentra en las redes sociales como pez en el agua, ya que puede molestar a los demás de forma más o menos anónima —y sin arriesgarse a recibir un capón, claro.
Sin ir más lejos: a nuestra protagonista le contactó un troll a través de WhatsApp para intentar reírse de ella. Con lo que no contó este pobre desgraciado es que ella tenía cuerda para rato… tanto, que el pobre acabó teniendo que huir con el rabo entre las piernas…
Atención a la conversación, que no tiene desperdicio:
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