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Con la llegada de las redes sociales hemos descubierto a los mejores trolls: los supermercados.

Por ejemplo, te pueden vender unos pantalones de “putilla” para niñas.

O, si lo prefieres, unos deliciosos croissants rellenos de “caca”. Esperamos que, por lo menos, sea caca de vaca suiza.

También te puedes llevar una magnífica funda de planchar con una enorme rebaja: cuatro euros más cara de lo que costaba.

Son insaciables, y todo es poco para ellos.

Incluso pueden hacer que las puertas automáticas no te reconozcan. Terrorífico.

Lo último es poner unos picos bajos en sal en una caja de saladitos, creando una enorme confusión en el cliente, que los mira sin saber qué hacer.

El responsable de este ‘trolleo’ es Mercadona, y la imagen se ha convertido en un fenómeno viral en las redes sociales.
