Pasar una tarde en IKEA buscando muebles es una de las experiencias más duras que existen hoy en día.
Hay gente que entró hace años y todavía están dando vueltas en sus pasillos.
Y otros que consiguieron salir después de mucho pelear. Unos auténticos héroes de nuestro tiempo.
Pero el problema no sólo es salir de IKEA, es llegar a casa y montar su, con perdón, maldito mueble que no sabes ni pronunciar.
En serio, ni con tres carreras eres capaz. Te sobran tornillos por todos lados y entras en un estado de mosqueo importante. Respira, por favor.
Pues ahora imagina que en lugar de montar una estantería tienes que montar un perro. Eso fue lo que le ocurrió a un usuario de Twitter, y la respuesta del CM de IKEA fue de las que hacen historia.