Una decisión inesperada.
La historia parecía cerrada desde hace tiempo, pero dio un giro inesperado. Bertín Osborne, quien en su momento se desentendió del embarazo de Gabriela Guillén, decidió recientemente conocer al hijo que tienen en común. Aunque el encuentro ya había ocurrido, hasta ahora no se conocían los detalles de esa reunión.
Fue Gabriela quien, en una entrevista para el programa ‘¡De viernes!’, compartió cómo se desarrolló ese momento tan delicado. La empresaria reveló que la iniciativa partió del propio Osborne, lo cual la tomó completamente por sorpresa.
“Me sorprendió bastante porque salió de él. De repente recibo un mensaje diciéndome que le gustaría ver al niño y que si estaba de acuerdo, lo podía ver. Le dije que claro que sí, que lo organizáramos y sin ningún problema”, contó Guillén, visiblemente emocionada al recordarlo.
El peso de los nervios.
Aquel mensaje fue solo el principio de una montaña rusa emocional. Gabriela confesó que los días previos al reencuentro estuvieron marcados por la incertidumbre. No sabía qué esperar, ni cómo reaccionarían, ni ella ni su hijo.
«Era una situación un poco violenta. Después de mucho tiempo quedar con él, para mí fue bastante emotivo y también de nervios», admitió durante la conversación. Decidió, sin embargo, no cargar el momento con reproches ni explicaciones.
Organizó el encuentro en su casa, justo después de que el niño saliera de la guardería. «Por mi parte, consideré que era mejor que el encuentro fuese entre él y mi hijo. Yo, luego, le podía reclamar otro día pero ese momento era de padre e hijo», explicó con claridad.
Lágrimas y reconocimiento.
El cantante apareció en el domicilio como un padre que llega tarde pero con el corazón en la mano. «Se le saltan las lágrimas», relató Gabriela sobre el instante en el que Bertín cruzó la puerta. Al ver al niño, lo saludó con humor y ternura: «Pero canijo, ¿qué comes?».
Así fue el emotivo momento en que Bertín Osborne conoció al hijo que tiene en común con Gabriela Guillén.
«Se emocionó y se tuvo que sentar»
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Lejos de la tensión que podría haberse esperado, el pequeño se mostró receptivo. Y es que su madre había hecho un trabajo previo: le había enseñado imágenes del artista cuando salía en televisión para que su voz y rostro no le resultaran ajenos. “Le he preparado para que no le suene raro su voz, ni verlo el primer día”.
Incluso el propio Bertín había recibido materiales para facilitar la conexión: fotos enviadas por WhatsApp y correos electrónicos con momentos cotidianos del niño. Gabriela reconoce que llegó a enfadarse cuando él evitaba comentar sobre algunas imágenes.
Un reencuentro que dejó huella.
Ese día, la atmósfera fue inesperadamente cálida. “Fue muy bonito. Cuando los vi me emocioné también pero por él porque jolín, ha pasado mucho tiempo y yo lo pasé muy mal por la incertidumbre de cuándo iba a llegar ese momento”, recordó. Para ella, “fue como si se conocieran”.
Durante casi dos horas, padre e hijo jugaron con una pelota por la casa, compartiendo risas, gestos y miradas. «Fue una escena muy bonita», dijo Gabriela, emocionada. Aunque Bertín no se presentó como padre, el vínculo físico fue inmediato: «le quiso abrazar todo el rato cuando lo cogía».
Guillén también aprovechó el encuentro para acercar a Bertín a las pequeñas anécdotas de la vida de su hijo. Tenía pensado hablar de temas más serios, pero el momento la sobrepasó. “En ese momento no me salió”, confesó. Aun así, no dejó de expresar su deseo con claridad: “si está, que sea para quedarse”.