Un vecino se derrumba al recordar qué hizo cuando se enteró del incendio: «Mis niñas»

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Un incendio devora un edificio en Valencia.

Un voraz incendio se desató ayer en un edificio residencial del barrio de Campanar, en Valencia, causando el pánico entre los vecinos y la conmoción de toda España. El fuego se propagó rápidamente por la fachada y alcanzó una temperatura tan alta que parecía una falla en llamas. Los bomberos trabajaron durante horas para controlar el siniestro.

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El programa de radio Poniendo las Calles, conducido por Carlos Moreno ‘El Pulpo’, recogió el dramático testimonio de Vicente, un oyente que vivió en primera persona el horror del incendio. Vicente, que reside en el pueblo de Cuart de Poblet, se enteró de lo que estaba ocurriendo por su hijo, que le llamó angustiado para decirle que sus nietas tenían amigas en el edificio afectado y que podían estar allí. Sin pensarlo dos veces, Vicente cogió el coche y se dirigió al lugar de los hechos, temiendo lo peor.

Un relato sobrecogedor.

“Cuando llegamos allí, vimos que aquello era muy serio. El edificio estaba envuelto en llamas y el humo se extendía por todo el barrio. No sabíamos si nuestras niñas estaban dentro o no. Fue un momento de mucha angustia”, relató Vicente con la voz quebrada. Por fortuna, pudo contactar con una de sus hijas, que le confirmó que estaba en el colegio y que su hermana estaba en casa. “Fue un alivio enorme, pero también sentimos mucha pena por la gente que estaba sufriendo”, añadió.

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Vicente describió el caos y la desesperación que se vivieron en el barrio de Campanar, donde se congregaron cientos de personas, entre vecinos, policías, bomberos y voluntarios. “Aquello parecía que se acababa el mundo. La gente estaba llorando, gritando, con ataques de nervios. Era una situación dramática. Nosotros tuvimos que cerrar las puertas y las ventanas con toallas porque el humo entraba en casa y había ráfagas de viento que nos lo echaban encima”, explicó.

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El oyente también destacó la solidaridad y el apoyo que se mostraron entre los habitantes del barrio, que se ofrecieron a acoger y a ayudar a los afectados por el incendio. “Es un barrio, pero nosotros lo llamamos pueblo porque esto fue pueblo. Nos conocemos todos y nos ayudamos en lo que podemos. Mis nietas se fueron enseguida a repartir ropa y mantas a los que lo necesitaban. Estoy muy orgulloso de ellas y de todo el pueblo”, afirmó.

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Asimismo, Vicente reconoció la labor del encargado de un circo que estaba instalado frente al edificio y que fue el primero en dar la voz de alarma. Según contó, el hombre vio que salía fuego de uno de los pisos y avisó al conserje, que fue puerta por puerta alertando a los vecinos. “Gracias a él se salvó mucha gente. Fue un héroe. Si no hubiera sido por él, quizás habría habido una tragedia mayor”, dijo.

Vicente confesó que nunca olvidará lo que vivió esa noche y que le costará volver a la normalidad. “Es que ha ardido como una falla, pero sin gracia. Ha sido horrible. Hemos pasado mi hijo y yo por delante del edificio y nos hemos quedado helados. Luego me ha vuelto a sonar el teléfono y me ha dicho: ‘Papá, vámonos, vámonos, vámonos’. Porque es que mis nietas van al colegio con niños de esa finca y podían haber estado allí. El rato que he pasado pensando que podían estar dentro… Eso ha sido lo más fuerte”, concluyó con emoción.

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