Es cierto eso de que, en muchas ocasiones, menos es más. Para demostrarlo, hoy os traemos un “háztelo tú mismo” con el que podréis sorprender a vuestros invitados, y para el que hace falta muy poco: una taza blanca, un recipiente con agua templada, un par de esmaltes de uñas y un palillo.
Os aseguramos que el resultado os va a dejar con la boca abierta, y sólo tienes que seguir estos sencillos pasos para disfrutar de vuestra nueva y preciosa taza. Vamos allá.
Para este DIY necesitas:
- Una taza blanca.
- Esmalte de uñas del color que prefieras.
- Agua.
- Un palillo.
Y esto es lo que tienes que hacer:
- Llena el recipiente con agua templada, de manera que al sumergir la taza en él, el agua cubra entre 1/3 y 1/2 de la altura de la taza.
- Echa en el agua unas pocas gotas de dos esmaltes que te gusten —2 o 3 gotas por color.
- Con el palillo, remueve y mezcla las gotas rápidamente.
- Ya sólo tienes que sumergir la taza y sacarla al momento, para que la mezcla de colores se adhiera a la taza formando “aguas”. Luego, deja la taza secar y… ¡tachán! Ya tienes tu taza decorada.
En el siguiente vídeo lo puedes ver con detalle:
¿Qué os parece a vosotros? Contádnoslo en los comentarios.
De paso, os contamos este otro truco alucinante: esta mujer cubrió las ventanas de su dormitorio con maicena, y consiguió algo así de hermoso y elegante.