Antonio Banderas, el embajador eterno del cine español en Hollywood
Si existiera una embajada española en Hollywood, Antonio Banderas tendría despacho propio. Y no uno cualquiera: probablemente ocuparía el de mayor categoría, con vistas al Paseo de la Fama. Su trayectoria en la meca del cine es tan extensa como diversa. Desde que conquistó al público internacional con su interpretación del Zorro, ha dejado su huella en papeles tan icónicos como el Gato con Botas en la saga *Shrek*, y ha compartido pantalla con leyendas del celuloide en títulos como Philadelphia, Entrevista con el vampiro, La casa de los espíritus e incluso Indiana Jones y el Dial del Destino.
Un estilo de vida a la altura de su carrera
Mantener una carrera tan longeva y activa en una industria tan exigente no es fruto del azar. Banderas ha adoptado una rutina de vida que pone en el centro la salud, el bienestar y la vitalidad. La dieta mediterránea, el ejercicio físico y una alimentación equilibrada son, para él, elementos irrenunciables. Esta filosofía no solo le ha permitido seguir en forma para sus papeles, sino que también ha sido clave en su recuperación tras un grave susto de salud.
El infarto que lo cambió todo
Fue en 2017, mientras se encontraba en Londres, cuando la vida le dio un aviso serio. Antonio Banderas sufrió un pequeño infarto, un episodio que lo obligó a replantear sus hábitos diarios y a priorizar su salud por encima de todo. Desde entonces, su enfoque ha sido más consciente, más disciplinado, y profundamente marcado por la prevención.
Adiós a la carne roja, hola al running
En una reciente entrevista con la revista *Men’s Health*, el actor malagueño compartió con total naturalidad algunos de los cambios más relevantes que ha introducido en su día a día. “Confieso que desde que tuve el percance con el corazón como menos carne roja y he tenido que reducir mucho su consumo”, afirma, reconociendo que su alimentación ahora es más cuidadosa y acorde a sus necesidades actuales.
Pero no solo ha ajustado su dieta. También ha incorporado el deporte como una rutina constante. “Corro unos 10 kilómetros cada dos o tres días para sentirme en forma y dar salud a mi corazón”, revela. Con esta práctica, Banderas no solo entrena su cuerpo, también encuentra un equilibrio mental que le permite seguir afrontando retos profesionales con energía renovada.
El corazón de Antonio, más fuerte que nunca
Lejos de frenarlo, el episodio cardíaco de 2017 se ha convertido en el punto de partida para una nueva etapa personal. Banderas ha demostrado que reinventarse es posible, incluso cuando parece que todo está ya escrito. Y lo ha hecho sin renunciar a lo que más le apasiona: actuar, contar historias, y seguir siendo un referente tanto dentro como fuera de la pantalla.
Con más de tres décadas de carrera a sus espaldas, el malagueño sigue siendo uno de los rostros más reconocibles del cine internacional, y ahora también, un ejemplo de cómo convertir un revés de salud en un impulso hacia una vida mejor.
Antonio Banderas no solo sigue en pie: corre, actúa y brilla más que nunca.