Penélope Cruz se muda (otra vez): nuevo ático de lujo en el corazón de Madrid

Penélope Cruz vuelve a apostar por el ladrillo. Y lo hace a lo grande. La actriz, ganadora de un Oscar por *Vicky Cristina Barcelona*, ha ampliado su cartera inmobiliaria con la adquisición de un espectacular ático en el codiciado barrio de Chamberí, en Madrid. El precio del capricho: aproximadamente dos millones y medio de euros.
Una inversión discreta, pero muy bien ubicada
Aunque lleva más de una década instalada en la capital española junto a su marido, Javier Bardem, y sus hijos, Leo y Luna, Penélope sigue manteniendo un pie en el sector inmobiliario. Según ha publicado *Vanitatis*, la compra se llevó a cabo de forma «discreta y a finales de agosto», utilizando su ya habitual sociedad patrimonial, Buble Gold S.L..
Esta empresa es la misma con la que ha gestionado otros inmuebles en lugares como Alcobendas, San Agustín de Guadalix y el centro de Madrid. Entre ellos destaca un local en la calle Claudio Coello, donde pretendía lanzar su firma de moda *Amarcord*, un proyecto que no llegó a despegar.
Una joya arquitectónica en pleno Chamberí
El nuevo hogar de Cruz se encuentra en la séptima planta de un edificio con fachada modernista de principios del siglo XX, construido en 1914 por el arquitecto Julio M. Zapata —responsable, entre otras obras, del puente de María Cristina en San Sebastián y del puente Reina Victoria en Madrid—.
El edificio ha sido recientemente rehabilitado, conservando su imponente fachada original y combinando elementos clásicos como ladrillo sólido y piedra tallada con acabados modernos de alta gama. Está ubicado entre las plazas de Quevedo y Olavide, a un paso de la calle Fuencarral, en una zona con todos los servicios necesarios: metro, tiendas, restaurantes y más.
Ático con vistas, domótica y piscina ‘infinity’
La nueva propiedad de la actriz destaca no solo por su ubicación, sino por sus características de auténtico lujo. El ático tiene una superficie de 173 m² más 15 m² de terraza privada. Su distribución se basa en un concepto de planta abierta, donde salón, comedor y cocina de diseño italiano comparten un mismo espacio fluido, que se conecta directamente con la terraza.
Los materiales elegidos son de primerísima calidad: suelos de roble natural, encimeras de mármol veteado, techos altos y grandes ventanales que inundan de luz natural cada rincón. Además, la vivienda cuenta con un sistema domótico integral que permite controlar iluminación, climatización y seguridad desde cualquier dispositivo móvil.
Un edificio con servicios de hotel cinco estrellas
Pero si el ático ya impresiona, las zonas comunes del edificio juegan en otra liga. En la azotea se encuentran una piscina infinity con vistas al skyline madrileño, un gimnasio con terraza, baño turco, sauna, solárium y hasta una gastroteca. Todo ello diseñado con un estilo contemporáneo que no rompe con la esencia clásica del inmueble.
En la planta baja hay un aparcamiento semirobotizado con 37 plazas y otro para bicicletas. También se incluye un trastero por vivienda, lo que garantiza almacenamiento adicional.
Valdelagua sigue siendo su hogar habitual
Aunque esta compra pueda hacer pensar en un cambio de residencia, lo cierto es que la actriz sigue residiendo en su casa habitual de Valdelagua, una urbanización privada en la sierra de Madrid conocida por su alto nivel de seguridad y por ser refugio de otros famosos, como su hermana Mónica Cruz o su madre, Encarna Sánchez.
Esta nueva adquisición parece estar más orientada como inversión, como pied-à-terre para estancias breves en la capital, o incluso como futuro proyecto personal o profesional.
Una inversión estratégica en pleno centro
Con esta operación, Penélope Cruz no solo se asegura un rincón de ensueño en una de las zonas más deseadas de la ciudad, sino que también reafirma su apuesta por el mercado inmobiliario español. En un momento en el que muchas celebridades optan por inversiones internacionales, ella mantiene su foco en casa, combinando estilo, exclusividad y funcionalidad.
Y todo, sin perder la esencia que la ha caracterizado siempre: discreción, elegancia y un olfato innegable para el buen gusto.