La infanta Sofía cumple 18 años: una mayoría de edad discreta y sin actos oficiales
Este martes, 29 de abril, la infanta Sofía cumple la mayoría de edad. Su llegada a la adultez no implicará ningún acto institucional, ni jura constitucional, ni discursos ante las Cortes Generales, como sí ocurrió en el caso de su hermana mayor, la princesa Leonor. El contraste es evidente y responde al distinto papel que cada una tiene dentro de la estructura de la monarquía española.
Mientras que Leonor sigue un camino marcado por el protocolo y el deber como heredera al trono, Sofía continuará con su rutina académica en el UWC Atlantic College, en Gales, donde está a punto de finalizar el Bachillerato Internacional. Sus padres, los Reyes, tienen programado un viaje oficial a Jaén para conmemorar el 1.200 aniversario de su capitalidad, y Leonor se encuentra embarcada en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, en ruta hacia Panamá como parte de su formación militar.
Un papel todavía por definir en la Casa Real
A diferencia de su hermana, las funciones de la infanta Sofía no están específicamente recogidas en la Constitución ni en ninguna ley. La normativa no establece un marco claro para los miembros de la realeza que no están en la línea directa de sucesión, lo que abre la puerta a una interpretación flexible de sus funciones. Desde la Casa Real se ha indicado que la infanta podrá participar en actos institucionales, acompañar a los Reyes o a la princesa de Asturias y representar a la Corona en ámbitos sociales y medioambientales.
Tal y como expresó el rey Felipe VI el año pasado, “la monarquía está representada, lógicamente, por la princesa de Asturias, pero también, no hay que olvidar, con la compañía de su hermana, la infanta Sofía, que tiene que ayudar mucho”. Sus palabras dejaban entrever que Sofía tendrá un papel de apoyo a la Corona, aunque sin el protagonismo reservado a su hermana mayor.
Más visibilidad y protagonismo en el futuro
Aunque no se prevé para Sofía una formación militar —como tampoco la recibieron sus tías, las infantas Elena y Cristina—, se espera que comience a tener una agenda propia. Ya ha dado un paso en esa dirección con su debut en solitario el pasado diciembre durante la entrega de los premios del concurso de fotografía ‘Objetivo Patrimonio, Concurso de Fotografía Infanta Sofía’.
A corto plazo, su prioridad sigue siendo concluir sus estudios. El próximo 24 de mayo se graduará del Bachillerato Internacional y, aunque todavía no se ha hecho público su próximo destino, se contempla la posibilidad de que estudie en Estados Unidos, siguiendo los pasos de su padre, que cursó Relaciones Internacionales en la Universidad de Georgetown.
El reto de los “segundones” en las monarquías europeas
La situación de Sofía no es única en el contexto de las monarquías contemporáneas. La gestión de los príncipes que no son herederos se ha convertido en uno de los dilemas más complejos. Por un lado, se cuestiona si deben recibir asignaciones públicas; por otro, sus actividades privadas están bajo escrutinio constante, lo que limita sus decisiones profesionales y personales.
La experiencia en otras casas reales no siempre ha sido positiva. La princesa Magdalena de Suecia ha sido criticada por involucrarse en una marca de cosméticos para niñas, mientras que Marta Luisa de Noruega se vio forzada a renunciar a sus funciones oficiales por su relación con el chamán Durek Verret y los intentos de vincular iniciativas comerciales a su título real. En el Reino Unido, el príncipe Harry representa el caso más mediático de ruptura con la monarquía, al alejarse de sus funciones oficiales y emprender una nueva vida en Estados Unidos, no exenta de polémicas legales y mediáticas.
Una etapa de transformación para Sofía
En este contexto, la Familia Real española enfrenta el reto de definir el papel institucional de Sofía mientras respeta su autonomía y permite su crecimiento personal. La infanta inicia una nueva etapa que estará marcada por decisiones académicas, posibles compromisos oficiales y un camino de construcción de identidad pública. La vida de Sofía, como la de cualquier joven de su edad, estará llena de etapas por descubrir: estudios, viajes, amores y desamores. Y cada uno de esos pasos tendrá un eco, mayor o menor, en el devenir de la monarquía.
La historia de la infanta Sofía está aún por escribirse, y dependerá no solo de su voluntad y formación, sino también de cómo evolucione la institución a la que pertenece.
La percepción internacional: ¿parece mayor de lo que es?
En las últimas horas, varios medios franceses han comenzado a destacar un aspecto curioso en torno a la infanta Sofía: aseguran que, a pesar de cumplir apenas 18 años, su porte, altura y madurez le hacen parecer mayor. Esta percepción ha llamado la atención más allá de nuestras fronteras, generando un interés creciente en la figura de la infanta en el ámbito internacional.